Los cátaros huyeron acusados de herejía desde Occitania hasta las nuevas tierras conquistadas, pocos años antes, por el rey Jaime I, cuyo padre había muerto en la batalla de Muret por defender los derechos de vasallaje que tenia con muchos señores occitanos. Se integraron en la sociedad que los acogió e influyeron notablemente en el desarrollo de sectores económicos importantes para la Comunidad Valenciana, como el ganadero pastoril, el manufacturero textil, el artesano, entre otros, facilitando la expansión comercial y cultural de las poblaciones valencianas medievales. Igualmente aportaron tradiciones musicales en forma de danzas y bailes de estilo trovadoresco: el bureo y el Ball Pla son parte de este legado musical occitano de los buenos hombres y mujeres cátaros.
(El Bureo de la Oferta de Albocàsser ya es un hito tradicional en el calendario festivo del territorio, una celebración de aquellas que se han hecho “toda la vida” y el Ball Pla es el baile de gala de la gente del Maestrazgo).