San Pablo apóstol es una figura clave en la propagación del cristianismo y la enseñanza del mensaje universal de Jesús. Desde el s. XII-XIII San Pablo se convirtió como el guía evangélico del cristianismo dual por parte de las comunidades de valdenses y cátaros, conocidos como buenos hombres o barbas, que predicaban en parejas y llevaban bajo el brazo las epístolas de San Pablo, para ser proclamadas por medio de la fuerza de la palabra y la convicción de estos buenos cristianos para abrir los ojos y convertir las tinieblas en luz a través de bien y el amor.

El ermitorio de Sant Pau se convirtió en un crisol medieval de la espiritualidad de muchos pastores, caminantes, romeros, peregrinos,…