Lugar de paso desde tiempos ancestrales

El ermitorio de Sant Pau de Albocàsser conserva un importante legado rural en su entorno, herencia del histórico cruce de caminos de ganado y de trashumancia que fue durante siglos. Muchos de estos caminos ganaderos de origen medieval, conocidos aquí como azagadores, aún conservan sus imponentes paredes de piedra en seco en el conjunto de un patrimonio rural de antiguos molinos, norias, acequias, azudes, etc. de glorioso pasado e incierto futuro.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cruce de caminos medievales

Este lugar, Sant Pau de Albocàsser, fue un importante cruce de caminos medievales de rutas que conectaban el Reino de Valencia con plazas mercantiles importantes de la antigua Corona de Aragón (Alcañiz, Tortosa, Zaragoza, Lleida e incluso el Languedoc francés), articulando una red de caminos de paso de viajeros y de trashumancia, que fueron claves para la dinamización del comercio, en especial de la lana, del Maestrat. Este cruce de caminos medievales supuso una afluencia de población venida de lejos para repoblar y participar del crecimiento socioeconómico de estas tierras, destacando la población llegada de Occitania que mantuvieron sus creencias cristianas heterodoxas del catarismo y convirtieron el Maestrazgo en uno de sus mejores destinos.

 

 

 

 

Sant Pau de Albocàsser, la posada de las estrellas 

Los prados del ermitorio de Sant Pau son desde tiempos remotos “parada y fonda” de los pastores trashumantes, que transitaban desde las tierras altas hasta las llanuras del Maestrat. El cruce de caminos convirtió al ermitorio de Sant Pau en un importante centro pecuario para el descanso de pastores y rebaños; y tal como dijeron algunos pastores, en una posada de las estrellas, donde abrevar, descansar y pasar la noche con las ovejas bajo el cielo estrellado.

El milagro de San Pablo da un protagonismo a los pastores en este lugar, donde las estrellas del cielo parecen bajar a la tierra, siguiendo la emoción de aquellos pastores cátaros trashumantes llegados aquí desde Occitania en búsqueda de una mejor vida.

 

 

 

 

Caminos de trashumancia ancestrales

Los ancestrales caminos de ganado permitieron el traslado de los cátaros occitanos hasta tierras valencianas bajo el disfraz de la trashumancia: los pastores con sus carros y rebaños de ovejas transcurrían por las rutas pirenaicas del sur para acabar instalándose en las poblaciones reciente conquistadas por el rey “amigo” Jaime I. Muchos de estos pueblos fueron del Maestrat, donde surgió un próspero comercio de la lana y por ello, no es extraño que los cátaros fueron conocidos a menudo como “los tejedores”. Estos caminos ganaderos de trashumancia fueron rutas de exilio para la población cátara occitana, en la búsqueda de un nuevo destino de paz y libertad que encontraron en gran parte aquí.

 

 

 

 

 

Pere Mauri, el último pastor cátaro

“Soy y seré pastor. Mi destino es vagar por montañas y valles, tener por todas partes compañeros y amigas que cambian… Y hacer el bien a cualquier hombre, sin preguntarle en qué cree” Transcripción del interrogatorio inquisitorial acusado de hereje a Pere Mauri, pastor trashumante occitano y de las tierras del Maestrazgo, alma de la última comunidad de cátaros que vivieron en el antiguo Reino de Valencia. Es uno de los principales personajes de la diáspora de los cátaros con destino a tierras valencianas durante el primer tercio del s. XIV.

 

 

 

 

 

 

 

Comercio de la lana medieval 

A partir del s. XIV, la lana se convierte en la fuente de ingresos más importante para las poblaciones del Maestrazgo, con una destacable manufactura textil, que fue apoyada por los acreditados conocimientos en la excelente tradición lanera occitana, aportada por el legado de los cátaros exiliados en estas tierras valencianas.

 

 

 

 

 

 

 

 

La población cátara de Albocàsser 

Los documentos recopilados de los “Establecimientos de Albocàsser”, datados de la primera mitad del s. XIV, nos aportan una información sobre los oficios de su población, dando referencias de oficios como cardadores, tintoreros, peraires, tejedores, pastores,… estrechamente relacionados con la tradición lanera, de la que participaban muchos cátaros llegados desde diversas villas occitanas, pero sin perder las creencias cristianas ortodoxas que mantenían de padres a hijos.

 

 

 

 

 

 

 

Feria agrícola y ganadera de San Pablo y San Pedro

El primer fin de semana de julio tiene lugar en el extenso y fértil prado del ermitorio de Sant Pau de Albocàsser una feria histórica tradicional, cuyo origen se remonta a época medieval. Fue tradición ser un punto de encuentro de pastores trashumantes, muchos de ellos cátaros. Según documentos históricos se mantiene aquí con numerosa participación de comerciantes del pueblo, tejedores, cordadores, fajeros, tintoreros,… que no marchaban sin hacer una buena venta y probar la famosa olleta de cordero de Sant Pau.

 

 

 

 

 

 

Al-zaytun, el país de los olivos de los cátaros 

Al-zaytun, fue el nombre bautizado por los musulmanes de este territorio dominado por un paisaje de grandes olivos monumentales. Su estratégica localización en un lugar de paso y su lejanía de la cruzada inquisitorial hizo arraigar a muchos cátaros. La cultura occitana del aceite llegó al al-Zaytun del Maestrazgo de la mano de los cátaros para producir uno de los mejores aceites del mundo.

 

 

 

 

 

 

 

Ruta Jacobea de Castellón 

El ermitorio de Sant Pau es uno de los lugares de paso del Camino de Santiago desde Castellón, que comienza en la Ermita de San Jaime de Fadrell de Castellón y llega hasta Aragón para conectar con el histórico Camino Francés. Aquí en Sant Pau de Albocàsser perdura como un lugar sagrado de tradición ancestral en la acogida de visitantes y peregrinos.