Este lugar, Sant Pau de Albocàsser, fue un importante cruce de caminos medievales de rutas que conectaban el Reino de Valencia con plazas mercantiles importantes de la antigua Corona de Aragón (Alcañiz, Tortosa, Zaragoza, Lleida e incluso el Languedoc francés), articulando una red de caminos de paso de viajeros y de trashumancia, que fueron claves para la dinamización del comercio, en especial de la lana, del Maestrat. Este cruce de caminos medievales supuso una afluencia de población venida de lejos para repoblar y participar del crecimiento socioeconómico de estas tierras, destacando la población llegada de Occitania que mantuvieron sus creencias cristianas heterodoxas del catarismo y convirtieron el Maestrazgo en uno de sus mejores destinos.