El primer fin de semana de julio tiene lugar en el extenso y fértil prado del ermitorio de Sant Pau de Albocàsser una feria histórica tradicional, cuyo origen se remonta a época medieval. Fue tradición ser un punto de encuentro de pastores trashumantes, muchos de ellos cátaros. Según documentos históricos se mantiene aquí con numerosa participación de comerciantes del pueblo, tejedores, cordadores, fajeros, tintoreros,… que no marchaban sin hacer una buena venta y probar la famosa olleta de cordero de Sant Pau.