En el ermitorio de Sant Pau de Albocàsser podemos llegar a sentir el susurro del viento acariciar las hojas del prado para acurrucarnos en la serenidad y paz de un espacio sagrado desde tiempos remotos. Las sólidas piedras del ermitorio, las grisallas de su interior, la hospedería, la oratoria, las sombras de los plataneros, el pozo de agua bendita, convierten este lugar en un oasis identificado con los valores que pregonaban los cátaros, amor y paz.