El ermitorio de Sant Pau de Albocàsser conoció el paso de los cátaros que dejaron aquí un testimonio lleno de simbología, mensajes encriptados, murales escondidos y piedras que “nos hablan” …. de una iglesia de buenos hombres y mujeres de amor cristiano y de paz.
“Y las palabras fueron quemadas en la hoguera… pero siguieron vivas en el corazón de los buenos hombres y mujeres!”