El éxodo de María Magdalena y los viajes místicos de San Pablo se encuentran unidos en las grisallas murales de este ermitorio de Sant Pau de Albocàsser. Es un hecho curioso ya que son dos importantes figuras de la iglesia católica y también de las corrientes gnósticas cristianas, como fueron los cátaros, que les profesaban una veneración por ser considerados los verdaderos continuadores del mensaje de Jesús.