Que el Apóstol San Pablo haga de este ermitorio, un lugar de hospitalidad a todos aquellos que vengan con el deseo de encontrar la paz y el amor, arrelando las tradiciones del pasado y los anhelos del futuro.

El ermitorio de Sant Pau de Albocàsser fue conocido y estimado por los cátaros llegados desde su exilio de Occitania.

 

Una Situación Privilegiada

El ermitorio de Sant Pau de Albocàsser se encuentra en un extenso prado de antiguos humedales, rodeado de almendros y olivos, en un cruce de antiguos caminos de trashumancia, entre las cordilleras montañosas del interior con la llanura litoral, constituyendo un ancestral nudo de comunicaciones del Maestrazgo histórico.

Un Monumento declarado Bien de Interés Cultural

El conjunto del ermitorio de Sant Pau de Albocàsser tiene la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) como Monumento Histórico Artístico, bajo la tipología de ermita singular. Aquí destacan las interesantes pinturas murales monocromas (grisallas) y su estructura arquitectónica, restaurada en los años 80 y 90. El ermitorio está formado por un cuerpo central y una capilla de origen gótico, con dos alas laterales con soportales y la hospedería, en el piso superior, construida a finales de s. XVI.

El milagro de San Pablo

La tradición cuenta que el apóstol Pablo, vestido de peregrino, se apareció a unos pastores cojos que estaban en el prado del antiguo ermitorio junto a unos humedales. San Pablo abocó el agua de su botijo y encomendó a los pastores que entrasen en las aguas fangosas para curarse. Los que entraron al agua salieron curados; los que no siguieron cojos para siempre. San Pablo, había ya desaparecido pero los pastores curados fueron al pueblo para contar el doble milagro: su curación y la sanación de las aguas, desde aquel día, limpias y transparentes. El pozo de piedra que aún resta en pie es testimonio de este acontecimiento sagrado, que convierte a este ermitorio en un lugar místico, de devoción y peregrinaje del Maestrazgo castellonense.

La Capilla, origen del ermitorio de Sant Pau  

La actual sacristía del ermitorio es el origen del actual ermitorio, pues se identifica con la primera capilla gótica, de piedra sillar y bóveda de crucería, donde todavía perdura el agujero por donde pasaba la cuerda de la campana primera, en honor a San Pablo. Aquí se conserva un valioso relicario del sepulcro del santo de la Basílica San Pablo Extramuros de Roma.

Un ermitorio del pueblo para el pueblo

Sant Pau de Albocàsser, nunca fue dominio monacal ni de ninguna orden militar, sí del “bocassins” (gentilicio de la gente de Albocàsser). Este ermitorio era conocido popularmente como la “Casa Santa” y considerado siempre como un bien del pueblo, a pesar de pasar por los dominios de la Iglesia, la desamortización de Mendizábal de 1836, la donación de particulares y actualmente está vigente una cesión de usos entre el Obispado de Segorbe-Castellón y el Ayuntamiento de Albocàsser.

Una hiedra nos da la bienvenida

Una hiedra monumental resta aquí en este ermitorio desde hace más de 500 años y tapiza su arco de entrada  como símbolo de renacimiento, alegría y ascensión espiritual. Primero, las hiedras fueron consideradas de carácter herético, pero finalmente fueron aceptadas como un signo totalmente cristiano.

 

Una hospederia para acariciar el alma

En el primer piso del conjunto del ermitorio se encuentra aún en pie, aunque pendiente de rehabilitar, la hospedería que acogió a los numerosos peregrinos que durante mucho tiempo venían aquí a tomar las aguas en baños en busca de una milagrosa curación.

Una hospedería para reanimar la espiritualidad de los buenos hombres y mujeres!

Las Grisallas un legado artístico extraordinario

Las grisallas de Sant Pau de Albocàsser son unas magníficas pinturas murales puestas en moda en el s. XIV por pintores franceses, de influencia manierista, con técnica monocroma, en la que el pintor combina los matices del gris y del amarillo oscuro, consiguiendo una sensación de relieve pictórico.

Situadas en el interior del ermitorio representan imágenes de la vida de San Pablo (conversión, bautismo y martirio), además de escenas de la Santa Cena, María Magdalena, el Santo Cáliz o Grial, así como varios testigos de peregrinos anónimos y de singulares, como los Duques de Saboya.

Su ubicación en este ermitorio de Sant Pau d’Albocàsser las convierten en un legado cultural extraordinario.

La Peregrinación a Sant Pau de Albocàsser, una tradición espiritual ancestral

La devoción popular tiene su origen en la época medieval que evoca la presencia por estas tierras de San Pablo, vestido de peregrino y su milagro de sanación de las aguas y de los pastores cojos.

La gente de Albocàsser celebra una emotiva peregrinación el martes después de la fiesta de las comuniones, con una romería a pie desde el pueblo, misa procesional y comida campestre en el prado de la ermita, lugar en el que se apareció San Pablo a los pastores, donde se baila el tradicional Ball Pla. Desde el pueblo vecino de la Torre de Embesora también celebran una popular romería aquí. En años jubilares han llegado peregrinos desde muchos lugares de la Comunidad Valenciana.

Por ser tan hermoso el Cielo, le busco con tanto anhelo

Esta hermosa frase “Por ser tan hermoso el cielo, le busco con tanto anelo” está inscrita en el presbiterio de la capilla, en unos murales al fresco pintados por Vicente Guilló, que representa con gran colorido escenas y alegorías de la vida de San Pablo, como la purificación del agua y las peregrinaciones a este ermitorio.

Los Gozos de San Pablo en Albocàsser

Cada 25 de enero, en este ermitorio de Albocàsser, se celebra la fiesta de la conversión de San Pablo, un fariseo que primero persiguió a los cristianos, pero de camino a Damasco, escuchó la voz y la luz de Jesús, que cambio su vida y paso de perseguidor para convertirse en el apóstol de los paganos.

Aquí, en Sant Pau de Albocàsser, los Gozos se cantan con fervor, sentimiento y mucha devoción.

La Luz de las Imágenes en Sant Pau de Albocàsser

En el año 2005, el ermitorio de Sant Pau de Albocàsser, acogió parte de la gran exposición “Paisajes Sagrados, la Luz de las Imágenes” para dar a conocer el rico patrimonio pictórico y escultórico de las tierras valencianas del norte, adscritas desde hacia 800 años a la Diócesis de Tortosa, además de descubrir las magníficas pinturas murales de la capilla y las grisallas de la hospedería. Esta exposición sirvió para hacer una intensa restauración del conjunto del ermitorio y situar en el mapa turístico el ermitorio de Sant Pau de Albocàsser.